Me llega con lo que he leído en este articulo de Zarzalejos, voy a leer otro de Jesús Cacho y con el doy por finiquitado "el debate"...
¿que se puede esperar de un debate donde todo esta pactado ?
Se vio que todo estaba preparado y controlado para no tocar los temas que NO INTERESA A LA PARTITOCRACIA,
¿ donde esta la corrupción ?... o ¿la ley electoral ? ( segun dicen ...
pues nada se hace bueno aquello de "¡¡QUITATE TU QUE AHORA ME TOCA A MI !!".
Ahora el turno es del PP por 8/12 años y "aquí paz y en el cielo gloria".
Yo estoy contento porque Rajoy es muy vago y le cuesta tomar pocas decisiones ..."usease" que no "joderá la marrana" como hizo Zapatero (que mejor hubiera estado "quieto/parau") y como ya no podemos ir a mucho peor ( no creo que lleguemos a 6 millones de parados )... pues poco a poco esto se ira arreglando solo y seremos arrastrados cuando le venga la bonanza a Europa.
Esperemos que con lo de Italia, ahora nos dejen a los Españoles tranquilos , por aquello de que otro de los grandes mas seria el final de Europa.
Y en fin eso es lo que nos puede salvar....
Ls decisiones las tomaran Merkel, Sarkozy , el FMI , el Banco Mundial , los dueños del Imperio (usa) (o la "madre que nos pario a todos") y Rajoy ...¡¡ pues a ser obediente y hacer lo que le manden.!!
¡¡ AMEN !!
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-Ni el más hooligan -sea del PP o del PSOE- podría expresar satisfacción expresa por el desarrollo de un debate que, encorsetado, pareció de plástico, rígido y poco propositivo. Pero en términos de quién resultó más eficaz en el logro de sus propósitos la mayoría considerará que, más allá de afectos, filias o fobias,Mariano Rajoy obtuvo lo que quería: manejar la agresividad de Rubalcaba con cierto oficio y mucha displicencia y mantener sin corrección alguna la estrategia que viene ejecutando al dedillo desde hace ya más de un año.
Valorado así el debate -en términos electorales- el presidente del PP, sin brillantez pero con eficacia, se llevó el gato al agua. Rubalcaba, con una estrategia de subordinado -quien mucho pregunta poco sabe- se mostró tal y como se siente: como un perdedor que pelea. Pero poco más. Seguramente, las encuestas dirán que Rajoy ganó a los puntos y que el debate nada le aportó a Rubalcaba.
Pero la gran cuestión no es esa. La gran cuestión es si con esta cultura política, con esta forma de enfrentarse a la opinión pública, con estas pautas de exteriorización de las decisiones programática, con estos modos añosos de encarar los problemas, la democracia española se fortalece, se hace más auténtica. La gran cuestión es si con la sucesión de monólogos contemplados ayer -más bruñidos los de Rajoy que los de Rubalcaba- es posible una regeneración democrática. Y creo que la respuesta es negativa.
En el debate -al margen de la educación, la sanidad y las prestaciones sociales- no se aludió a los graves problemas de sinceridad democrática que existe en España; no se acordaron los candidatos de mirar más allá de una discusión endogámica y reiterativa en la que afloraron todos los tópicos, todos los lugares comunes, todos los apriorismo y todas las fabulaciones de la clase política que ha alcanzado la mayor desafección popular desde que la democracia nació en España con la Constitución de 1978.
El gran vuelco que el sistema necesita ni siquiera fue bosquejado por ninguno de los dos candidatos: qué pasa con el modelo electoral; qué ocurre con elEstado autonómico; por qué funciona tan mal la Administración de la Justicia; porque es tan sectario el Tribunal Constitucional y tan clientelar el Consejo General del Poder Judicial; cuáles son las razones que explican que España sea un país en el que ha vuelto a emerger la corrupción; en qué consiste el concepto de ciudadanía como estatuto personal de derechos y facultades de todos los españoles, iguales ante las leyes y ante los poderes públicos y, en fin, cuál es nuestra vocación de ser y estar en Europa y en el mundo occidental. Por no mencionar el fin del terrorismo.
Que estos recursos de discusión televisada y radiada sirvan a una concepción política anticuada, no es discutible; que generen ilusión, que engrasen la maquinaria democrática, que hagan avizorar nuevos horizontes, es otra cosa. De ahí que la displicencia de Rajoy se correspondiese a su estado de ánimo; lo mismo que el nerviosismo y el pestañeo mareante de Rubalcaba resultase coherente con la gravedad de lo que el candidato socialista se jugaba y que, al final, no consiguió. La suerte está echada, pero el gran debate, el gran partido, la gran cuestión, sigue pendiente: no nos gusta este país y la mayoría quisiera cambiarlo.
Pero no sabe cómo y, menos aún, cuando las aspiraciones nacionales se reducen a un formato de 90 minutos, con una puesta en escena gélida, un moderador a modo de guardia de la circulación y dos políticos -uno mejor que otro, eso sí- hablando de nosotros. Y nosotros los vemos muy lejanos. En fin, decepción.
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Rajoy, displicente y seguro, gana a Rubalcaba en un debate decepcionante
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En mi blog no puedes dejar comentarios , pero si en el del autor.
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HA ENTRADO EN el BLOG/ARCHIVO de VRedondoF. Soy un EMPRESARIO JUBILADO que me limito al ARCHIVO de lo que me voy encontrando "EN LA NUBE" y me parece interesante. Lo intento hacer de una forma ordenada/organizada mediante los blogs gratuitos de Blogger. Utilizo el sistema COPIAR/PEGAR, luego lo archivo. ( Solo lo INTERESANTE según mi criterio). Tengo una serie de familiares/ amigos/ conocidos (yo le llamo "LA PEÑA") que me animan a que se los archive para leerlo ellos después. Los artículos que COPIO Y PEGO EN MI ARCHIVO o RECOPILACIÓN (cada uno que le llame como quiera) , contienen opiniones con las que yo puedo o no, estar de acuerdo.
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Cuando incorporo MI OPINION, la identifico CLARAMENTE,
con la unica pretension de DIFERENCIARLA del articulo original.
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Mi correo electronico es vredondof(arroba)gmail.com por si quieres que publique algo o hacer algun comentario.
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Publicado por Victorino Redondo para RyS el 11/09/2011 07:45:00 AM