Leo muchos articulos de un lado y de otro.
Y la verdad es que muchas veces "no me entero de la fiesta", ya que unos dicen una cosa y otros la contraria.
Los famosos lobbys o grupos de presion , que antes se les llamaba Caciques, tambien poder factico, cada vez son mas "sofisticados" y tienen a sus medios de comunicacion, tienen sus "periodista" que escriben articulos favorables explicando lo que les viene bien a su LOBBY, por otro lado LO QUE SE GASTAN en publicidad:
¡¡Si no me publicas esto ...o al reves ... ¡¡Si me publicas eso ...!!.
Que estamos siendo manipulados constantemente, por "las manos fuertes", por los politicos ...por por ...
Y de todo este barullo sale nuestra opinion y en funcion de esa opinion tomamos decisiones ...
Pues nada que lo mejor es ser un PRAGMATICO .. y tener claro que no hay MAS CERA QUE LA QUE ARDE." y que lo que tenemos, lo armaron estos que hay.
Y que los que vienen son mas de lo mismo, que van a lo suyo.
Pues nada, que queria escribir un articulo un poco mas largo ... pero que no merece la pena ..¡¡ME VOY A COMER !!
Sarkozy, Merkel, Papandreu y Zapatero en la cumbre de jefes de Estado de la UE
Lo decía este viernes en privado un veterano y viajado economista que un día ocupó altos cargos en la administración. Y que hoy, desde su atalaya universitaria, adivina como pocos el horizonte que se dibuja tras una Europa convertida en una partida de tahúres: 'Algún día se cansarán de AlemaniaObama y Hu Jintao y cogerán a Merkel de las orejas para decirle: ya basta'.
Detrás de ese 'ya basta' se esconde uno de los debates más interesantes y de mayor recorrido de los últimos años en materia económica: el papel de los bancos centrales en la solución de la crisis. Pero también más cínicos. Muchos de los que ahora reclaman que el BCE entre de hoz y coz en los mercados de deuda dándole a la máquina de hacer billetes, aplaudieron cuando el banco central se creó a imagen y semejanza del Bundesbank. Y son los mismos que hace bien poco aprobaron el nuevo Tratado de la Unión Europea, que convierte al BCE en un boxeador obligado a pelear con una mano pegada a su espalda contra un rival -los mercados- que hacen su trabajo con oficio, y que no es otro que intentar ganar dinero. Aunque la sangre corra por el ring europeo.
Muchos de los que ahora reclaman que el BCE entre de hoz y coz en los mercados de deuda dándole a la máquina de hacer billetes, aplaudieron cuando el banco central se creó a imagen y semejanza del Bundesbank. Y son los mismos que hace bien poco aprobaron el nuevo Tratado de la Unión Europea, que convierte al BCE en un boxeador obligado a pelear con una mano pegada a su espalda
El combate, y aquí está la paradoja, lo sigue ganando, sin embargo, el boxeador tarado. Al menos en términos políticos. Pero ocurre que Alemania -el 27% del PIB de la eurozona- quiere ganar por KO y no se conforma con hacerlo a los puntos, y ese es el problema de fondo. Europa corre el peligro de romperse precisamente porque Berlín se opone a casi todo: nieurobonos, ni ampliación real delFondo de Estabilidad Financiera, ni salida de Grecia del euro (por el temor al efecto contagio), ni unión fiscal. Ni, por supuesto, convertir al BCE en prestamista de última instancia: el sueño de los gobiernos manirrotos, como bien sabe España desde los tiempos en que se monetizaba el déficit público. A lo sumo, la creación de ese mecanismo de rescate, necesariamente insuficiente si no se hace depender directamente de la capacidad y ganas del BCE para emitir moneda.
El debate no es uno más. Es la esencia de la propia construcción europea en materia económica: la independencia del BCE del poder político. Y no hay duda de que la historia del Bundesbank es, como dicen en las escuelas de negocios, una historia de éxito. Pero ese modelo estaba pensado para una nación devastada por la guerra y que todavía supuraba por las heridas dejadas por lahiperinflación del periodo de entreguerras. Desde su fundación, en 1957, el banco central alemán sólo había tenido un objetivo, controlar los precios mediante la masa monetaria, y cualquier interferencia política era considerada un sacrilegio. Los excesos cometidos en los años anteriores a 1933 eran el mejor antídoto para desmontar tentaciones expansivas en la política monetaria, y eso explica en buena medida el milagro alemán. El Bundesbank hacía su trabajo -controlar la inflación para que los industriales alemanes pudieran exportar- y los gobiernos federales el suyo: presentar presupuestos equilibrados (salvo en circunstancias excepciones como la reunificación). Uno de sus gobernadores más emblemáticos, el antiguo periodista Karl Otto Pöehl, fue quien dijo que la inflación era como la pasta de dientes. Una vez que está fuera difícilmente puede volver a su sitio, por lo que es mejor no apretar demasiado el tubo.
Delitos y faltas fiscales
Tanto éxito tuvo el modelo del Bundesbank que muchos países -entre ellos algunos con historial casi delictivo en materia fiscal- lo abrazaron encantados. Más chulos que un ocho dijeron al mundo que ellos estaban comprometidos con el rigor presupuestario y la estabilidad de precios, y por eso no había razones para imitar al Banco de Inglaterra o la Reserva Federal, cuya ortodoxia monetaria, al menos en relación al BCE, era un pecado. ¿Quién dijo miedo?
Y así es como se ha llegado a esta situación. Los mismos que callaron en su día para parecer como alemanes ante sus respectivas opiniones públicas (ahí está la firma solemne del Pacto de Estabilidad) son los que ahora reclaman que el BCE saque a Europa de su laberinto comprando deuda a mansalva y aflojando la política monetaria hasta convertirla en un juguete roto.
La hipocresía y la desmemoria política, como se ve, no tienen límites; pero todavía es más inmoral si al mismo tiempo se oculta (como se hace) que cambiar de modelo de banco central exige contrapartidas de indudable transcendencia que se silencian a la opinión pública. Y que tienen consecuencias importantes para los ciudadanos.
El modelo anglosajón de bancos centrales está pensado para economías muy flexibles que se ajustan con rapidez al cambio de ciclo, y ese no es, precisamente, el caso español, italiano o mucho menos griego. Hay que aceptar que los bancos quiebren, y también prohibir que escondan trampas en sus balances. Y que las empresas puedan despedir sin esperar a dilatados procesos judiciales. Y dinamitar todas las reglamentaciones que impiden la unidad de mercado. Pero también exige una arquitectura institucional que Europa hoy por hoy está muy lejos de conseguir.
¿Un Gobierno europeo?
Daniel Gross, uno de los mejores economistas europeos, ha recordado recientemente lo obvio. Una moneda común y una política monetaria común no pueden funcionar de manera correcta con un sistema bancario fragmentado a nivel de países. Y por eso lo urgente no es crear un 'gobierno europeo', sino crear un mercado bancario verdaderamente integrado y con un supervisor común. Creando, al mismo tiempo, un fondo de depósitos europeo para garantizar el dinero de los ahorradores. O lo que es lo mismo, cerrar los bancos centrales nacionales y crear un único supervisor. Adiós, Banco de España, te vas para no volver, que diría el rapsoda.
Pero no sólo eso. Cambiar los estatutos del BCE hacia un modelo anglosajón requiere un gobierno europeo que sustituya a las soberanías nacionales. ¿Que pasaría?, se pregunta Gross, si un Gobierno se niega a devolver las deudas contraídas con el BCE -pongamos Grecia-, a quien el BCE ha prestado en los últimos años 100.000 millones de euros contra garantías de escasa fiabilidad. La Reserva Federal puede intervenir precisamente, porque son fondos federales, y por lo tanto de la nación; pero no es el caso del dinero que va a Italia, Grecia o España, cuyos gobiernos, mientras no se demuestre lo contrario, siguen siendo soberanos (aunque cada vez menos). Y el ejemplo más reciente es el fallidoreferéndum griego.
¿Qué pasará si un día los griegos deciden salir del euro? ¿Quién pagaría esos 100.000 millones que los helenos deben ahora al resto de contribuyentes europeos a través del BCE? O los otros 100.000 millones que deben a los bancos de la eurozona, y que se los prestaron, precisamente, por formar parte del euro. De alguna manera el debate tiene que ver con el derecho de autodeterminación. Un territorio no puede salir unilateralmente de un Estado porque la parte afecta al todo, y son todos los ciudadanos (y no sólo los afectados directamente) quienes tienen derecho a decidir si la secesión sale adelante.
La situación se complica todavía más si se tiene en cuenta que los bancos europeos no se prestan actualmente dinero entre sí (y eso que hay exceso de liquidez) precisamente porque no se fían unos de otros, algo que no ocurre en EEUU, donde el sistema financiero está integrado bajo el manto de una única supervisión. La situación es tan absurda que incluso se da la paradoja de que los bancos prefieren devolver sus excedentes al propio BCE a cambio de una ridícula remuneración (negativa en términos reales). Todo antes de prestarlo a otra entidad sospechosa.
¿Qué pasará si un día los griegos deciden salir del euro? ¿Quién pagaría esos 100.000 millones que los helenos deben ahora al resto de contribuyentes europeos a través del BCE? O los otros 100.000 millones que deben a los bancos de la eurozona, y que se los prestaron, precisamente, por formar parte del euro. De alguna manera el debate tiene que ver con el derecho de autodeterminación. Un territorio no puede salir unilateralmente de un Estado porque la parte afecta al todo, y son todos los ciudadanos (y no sólo los afectados directamente) quienes tienen derecho a decidir la secesión
Quiere decir esto que suena a ser un sinsentido cambiar radicalmente de modelo de banco central si, en paralelo, no se avanza en la integración financiera y política de Europa, pero esa es una tarea hercúlea que desgraciadamente se escapa a la peor generación de dirigentes europeos desde que se firmó el Tratado de Roma.
Tampoco eso significa que haya que jugar al tancredismo económico. El BCE está obligado a ser más beligerante bajando todavía los tipos de interés (aunque su impacto en términos macro comienza a ser residual) y asegurando al mismo la liquidez de las entidades financieras solventes, pero sin jugar a crear dinero de forma arbitraria y caprichosa al albur de presiones de los gobiernos. Sin duda el origen de lo que nos pasa. A no ser que, como se dijo en el parlamento británico hace siglo y medio cuando se discutía el estatus del Banco de Inglaterra, se esté dispuesto a que comience oficialmente la era de los comerciantes de papel.
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Si te ha gustado lo mejor que debes hacer es ir a su blog/pagina.
En mi blog no puedes dejar comentarios , pero si en el del autor.
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HA ENTRADO EN el BLOG/ARCHIVO de VRedondoF. Soy un EMPRESARIO JUBILADO que me limito al ARCHIVO de lo que me voy encontrando "EN LA NUBE" y me parece interesante. Lo intento hacer de una forma ordenada/organizada mediante los blogs gratuitos de Blogger. Utilizo el sistema COPIAR/PEGAR, luego lo archivo. ( Solo lo INTERESANTE según mi criterio). Tengo una serie de familiares/ amigos/ conocidos (yo le llamo "LA PEÑA") que me animan a que se los archive para leerlo ellos después. Los artículos que COPIO Y PEGO EN MI ARCHIVO o RECOPILACIÓN (cada uno que le llame como quiera) , contienen opiniones con las que yo puedo o no, estar de acuerdo.
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Cuando incorporo MI OPINION, la identifico CLARAMENTE,
con la unica pretension de DIFERENCIARLA del articulo original.
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Mi correo electronico es vredondof(arroba)gmail.com por si quieres que publique algo o hacer algun comentario.
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Publicado por Victorino Redondo para FED el 11/07/2011 07:00:00 AM