Los esfuerzos del hijo por resolver los problemas de uno de sus clientes, han sido duramente criticados por éste. El padre trata de poner en claro el incidente.
Querido hijo:
Los Criticas que Harry hizo de ti la semana pasada y cuyas huellas todavía se advierten en tu cara y en tu proceder, es evidente que han tenido ciertos efectos negativos en su psiquis. Tal vez te las merecías, tal vez no; de cualquiera de las maneras, su contenido obviamente lesionó tu amor propio un montón.
Cuando Dios nos creó, nos dio una piel muy fina y luego agravó este error infundiéndonos un espíritu fácilmente irritable. Así ha sido durante siglos, e indudablemente así será por los siglos de los siglos.
En bastante ocasiones la crítica no es una búsqueda de defectos; es que alguien prefiere que tú hagas o digas lo que él quiere que hagas o digas. (o, supuestamente, como él lo habría hecho en tu lugar). Importa, y mucho, saber quien es esa otra persona. Antes de permitir que una critica se te meta en los huesos y te esté atormentando durante días y semanas, es prudente que determines de donde procede, quién es tu crítico. ¿Critica habitualmente a los demás? Muchas personas lo nacen: es un defecto bastante frecuente tanto en los seres humanos mas fuertes como en los más débiles. Desgradadamente, es la principal (ocupación y) preocupación de los débiles, cuyas cortas entendederas y mezquinos intereses no les permiten hacer nada mejor.
Es mi apreciación, sólo a un 10 por ciento aproximadamente de las personas con la que nos cruzamos en nuestro caminar por la vida, vale la pena escucharles sus críticas. El otro 90 por ciento normalmente están motivados por la envidia, la malicia, la estupidez, o simplemente por la mala educación, todo lo cual puede lesionar tu moral, naturalmente si permites que te vaya carcomiendo hasta llegar al cerebro. La solución radica en una valoración instantánea de tu crítico. ¿Merece tu respeto? Tienes que preguntártelo inmediatamente. Si las críticas proceden de ese 90 por ciento, olvídalas deprisa , ya que las críticas inmerecidas o maliciosas, una vez aceptadas y absorbidas, te pueden corroer durante muchos días y muchas noches de insomnio.
Las críticas pueden ser tan devastadoras y destructivas como cualquier arma, por lo que deben manejarse con conocimiento de causa y emitirse con sumo cuidado, pues de lo contrario pueden demoler el espíritu de cualquier infeliz injustamente puesto a tiro. Por otra parte, la crítica también puede ser una herramienta muy eficaz. Aplicada diestramente por un crítico prudente y bien intencionado, puede ayudar muchísimo a su destinatario.
La critica constructiva, manejada tan hábilmente que el receptor apenas se de cuenta de que se le está criticando, constituye una fuerza muy positiva para espolearle hacia metas más altas. Manejadas a la ligera y sin meditarla profundamente, puede volverse contra quien la emite. Solo una tenue línea separa la critica constructiva de la destructiva, el corregir a alguien de tal manera que salga determinado a mejorar, o que se vaya sintiéndose herido y desmoralizado. Si como patrono, tu crítica provoca en un empleado esta última respuesta, habrás dinamitado la eficiencia de esa persona para muchos días y semanas. Ademas, es misión tuya provocar precisamente la reacción contraria en tus empleados.
La mayoría de nosotros solemos olvidar lo diferente que es cada persona, lo diferentemente que funciona la mente de cada cual, la gran variedad de caracteres y temperamentos que hay entre los humano. Un crítico prudente nunca lo olvida, sabe que la rosa de uno es muchas veces la espina del otro, y valora cuidadosamente tanto al receptor como la crítica antes de hacer sus observaciones. En las empresas, es importante que el personal trabaje unido en una admósfera agradable y razonablemente feliz. Si el comportamiento, actitud o forma de vida de una persona se enfrenta a los de otros en detrimento de la eficiencia, podrás formular algunas criticas de esa persona, pero asegúrate de que es lo más útil y constructivo posible.
Tal como ya he indicado, todos somos diferentes, y la mayoría, muy sensibles. El que seamos diferentes incita a la crítica; el ser sensibles hace que la crítica hiera y penetre demasiado hondo en ocasiones. Por correcta y diplomaticamente que ofrezca su valioso consejo un crítico amable y competente, siempre habrá quienes no lo aprovecharán, nunca ganan, solamente sufren. Son esos pobres infelices hipersensibles que van por la vida con constante angustia porque no pueden haceptar la ayuda de nadie; sólo prestan oidos a sus errores y nunca escuchan una palabra sobre la forma en que pueden corregirlos.
La mayor parte de las facetas negativas de la crítica pueden evitarse mediante un estudio previo cuidadoso, una acertada elección de los comentarios y una manera amable de exponerlos. El crítico que descuida algunos de estos puntos no conseguirá que nadie le escuche ni le aprecie. Tal clase de individuo, al suscitar todo tipo de resistencia pasiva entre los empleados, puede causarte una enorme pérdida de eficiencia. Mantente vigilante por si hubiera alguno, especialmente en tu equipo directivo, porque puede costarte caro.
Recientemente se ha puesto de moda en las empresas la «valorización del rendimiento». Una vez al año se llama al empleado, se le sienta y se le dicen sus puntos buenos y malos. Me desagrada este método de evaluación de la productividad de una persona porque, en mi opinión, va contra la naturaleza humana. Salvo raras excepciones, el ser humano no asimila bien ni el elogio ni la critica, si se le dispensa en grandes dosis . Yo realizo a diario la valorización del rendimiendo de nuestro alto personal, con un cumplido aqui por un trabajo bien hecho, con una suave reprimenda alli por una equivocación. El acumular durante un año todo lo bueno y todo lo malo para luego echárselo encima al interesado, es algo que va directamente en contra de mi forma de hacer las cosas. Prefiero pagar a diario. ¿Qué sentido tiene esperar tres meses a que llegue el «Día de la Evaluación» si es hoy cuando el empleado tiene dificultades*? Ahora es cuando necesita orientación. Por nada del mundo quiero que continue perpetrando sus errores ni un solo día más si puedo evitarlo. Ademas, creo firmemente que la critica despachada en pequeñas dosis resulta más llevadera para el amor propio de las personas y es mucho más productiva que cuando se despacha al por mayor **.* Al momento se espera el "¡bien hecho!", tambien al momento conviene salir en ayuda con el "¿qué pasa?" .** Las felicitaciones, reprimentas o castigos, deben ser inmediatas o no sirven de nada .
Ahora dicho todo esto, analicemos tu reciente experiencia. ¿Has calibrado astutamente la dimensión de la persona que te echó por los suelos? Es de los del 90 por ciento a quienes no te molestas en escuchar, o de los del 10 por ciento a quien te deberías molestar en hacerlo? ¿Haz pensado por qué te ha puesto por los suelos? ¿Fueron sus criticas algo despreciable sin más, o fueron observaciones importantes que trataban de ayudarte a gobernar mejor el timón en tu rumbo hacia el éxito? Fueron merecidas o inmerecidas; útiles o lesivas. Si llegas a la conclusión de que fueron tan inmerecidas coma lesivas, vuelve allí y aclara las cosas, pero hazlo de una manera reposada, de modo que no des pie a muevas criticas en esta ocasión por falla de dominio de ti mismo.
Tal como Samuel Johnson nos prevenía, no debes dejarte «llevar a la deriva por el viento de cualquier critica» pues ello acabaría por destruir hasta el último atisbo de confianza en ti mismo Debes juzgar cuidadosamente toda critica, pues, tal como observaba Heniy Major Tomlinson, «la critica mala e indiferente... es algo tan grave como el alcantarillado descuidado en una ciudad».
Acepta las criticas que veas que son justas y bien intencionadas; contraataca si son maliciosas o injustificadas. No debemos permitir que nadie eche por la boca lo que quiera sin oponemos Cuando no tenga razon.
Tendras que enfrentarte a situaciones similares durante toda tu vida, de manera que aprende ahora, a temprana edad, la mejor forma de tratarlas. No estoy a favor de que des entrada en tu mente a muchos pensamientos de Mao Tse Tung (no le gustaba que ganáramos dinero), pero este que sigue es de mucho mérito:
Cuando la mayoría del pueblo tiene criterios claramente definidos por los que regirse, la crítica y la autocrítica pueden ejercerse dentro de lineas adecuadas, y estos criterios pueden aplicarse a las palabras y las acciones del pueblo para determinar si son flores fra gantes o cizaña venenosa. Citeríos claramente definidos es la expresión clave del pensamiento que antecede. Vamos a poner sobre la mesa algunos criterios de las críticas que has sufrido recientemente. Juntos podremos aprender algo de las palabras de Harry. También entonces podremos aprender algo nuevo sobre Harry.
Como siempreFlores fragantes
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